Llevo 20 años obsesionado con esta idea: mostrar un concepto con la mínima información visual posible. Es la única forma de hacer que una marca destaque y sea perdurable en el tiempo.

Aunque hoy en día un logotipo aislado no es suficiente para crear una marca (el tono de comunicación ha pasado a ser lo más importante), sigue siendo una pieza imprescindible y un gusto cada vez que te sientas a diseñar uno.

Os dejo algunos ejemplos: